Las zonas más sensibles de la cara

Algunas partes del rostro (ojos, labios y nariz.) tienen una piel especialmente fina y frágil. Requieren de un cuidado especial.

Si hay una zona de nuestro cuerpo de la que siempre estamos más pendientes, ésa es la cara. Es la destinataria de la gran mayoría de mimos, cremas y tratamientos, y cuando nos entreguemos al bronceado, va a requerir toda nuestra atención. La piel del rostro es especialmente sensible y va a necesitar que le proporcionemos un producto que la cuide como se merece.

1. La nariz. Sufre más de lo que se imaginan, sobretodo los laterales. Cuando nos roza algo, como el pañuelo cuando estamos resfriados o productos exfoliantes… irritan mucho la nariz y la dejan más sensible. Por lo tanto, hay que tener cuidado a la hora de exfoliarla (con un exfoliante suave), y usar protector solar, tanto en invierno como en verano.

2. El contorno de los ojos. La piel del contorno de los ojos es 10 veces más delgada que la del resto del cuerpo. Por eso, en verano hay que tener cuidado. Es importante usar gafas de sol homologadas (cumplen todos los estándares de calidad y y su categoría de filtro es mayor) para evitar estas arrugas, y aplicar contorno de ojos para esta zona. 

3. Las orejas. Es una de las zonas más olvidadas del rostro, pero no debería ser así. Es importante que no os olvidéis de aplicar el protector solar a esta zona. Y en momentos de más calor y sol, ayudaros del cabello para protegerlas. 

4. Los labios. La falta de melanina de los labios y la falta de glándulas sebáceas y sudoríparas hacen que los labios sean más sensibles al ambiente. Por eso se irritan rápidamente. Lo importante es protegerlos adecuadamente y nutrirlos: aplicar un labial con filtro solar y crema hidratante.

Cuidado con los olvidos...

Qué fácil es despistarse y no aplicar protección solar en algunas zonas, y por desgracia, suelen ser aquellas que más rápida y dolorosamente se queman. Es importante aplicar la crema un tiempo prudencial antes de tomar el sol, y esto además nos ayudará a no dejar ninguna parte de lado.